Hoy me regalo mi madre este precioso colgante para la pared, es para alejar las malas intenciones y proteger del mal de ojo.
Es realmente precioso y quería compartirlo con todos vosotras. Hay una oración para curarte de dicho mal, pero no la conozco, estuve buscando por Internet y encontré esto, también es cierto que se tiene que tener cierta "gracias o don " para que este sea efectivo.
¡Espíritus del mundo invisible!
¡Espíritu de cuantos habéis sufrido
tribulaciones y pesares en vuestro paso por la tierra!
os rogamos que escuchéis nuestras peticiones
e intercedáis por nuestros deseos.¡Espíritus angélicos y misericordiosos del mundo invisible!
haced que las fuerzas malignas no puedan causarnos daño
protegenos de nuestros enemigos y los peligros mundanos
así como de accidentes, robos y contratiempos,
y acrecentad nuestras fuerzas y valor
para que podamos salir triunfantes de todos nuestros proyectos
traednos buena suerte y conservar nuestra salud.Vosotros que sabéis lo que es el sufrimiento
la angustia y el desconsuelo
ayudadnos a superar las adversidades
a recuperar la paz y la felicidad
y así protegernos de la gente malvada y todo mal.
Entonces recordé algo que me paso cuando tenia ocho o nueve años, quizás algunos más. Me paso que durante varios mese no dormía ni de día ni de noche. Mi madre me llevo al medico y todo estaba bien. Entonces una vecina amiga de la familia de mi padre de toda la vida, le contó que conocía a un hombre que tenia una gracias especial y que lo mismo podía ayudarme, mi madre estaba la pobre desesperada y me llevo.
Cuando entre a la casa me pidió que me sentara frente a el y que lo mirara a los ojo, apenas recuerdo su cara, pero si lo que allí ocurrió. No dije nada, esta nerviosa y tenia algo de hambre, el hombre se echo a reír y le dijo a mis padre que me dirán de merendar con tal que saliera de allí. Después de unos minutos hizo una pausa, dijo que tenia demasiada fuerza, tras varios minutos, comento que había tenido un susto muy grande, y pregunto si había sido un accidente de coche, nadie le había dicho nada, y en efecto, con siete año me atropello un coche el día de las madres, el hombre no iba corriendo pero el impacto hizo que saliera despedida varios metros arrastrando por el suelo, perdí los dientes y la encía, además de rasguños por todo el cuerpo. Tras esa visita, no volví a desvelarme de noche. Volví a dormir normalmente, tanto que mi madre esa noche la paso en vela vigilando a ver si respiraba de lo profundamente que dormí.
